Las Migrantes

Alicia Genovese

Un sonido invasor
como una sierra en el vecindario,
una sombra negra que tapa
la luz del mediodía,
un enjambre de abejas
irreconocibles
en ese delirio de bacantes.

Zumba el jardín sin inocencia
en la nube amenazante
que busca dirección.
Migran, dejan
la colmena improvisada,
el hueco
en lo alto del muro
que fue su asentamiento,
dejan el revoloteo en la lantana,
el murmullo alrededor
de las rosas.

Ni las lluvias intensas,
ni la humareda
de hojas secas
lograron ahuyentarlas,
solo plegaban sus alas
indiferentes y callaban.

Adónde irán ahora
en superpoblación;
en esa furia sonora
¿qué intuyen?

¿Cuál es la ruta de la seda,
el hogar para la miel?
No es Ceuta, no son las Balcanes,
no es la frontera de Tijuana
esta orilla.

¿Adónde iremos abejas
en la destemplanza?
¿Cuál será la vía
que otorgue un presente,
el rumbo que evite otro error?

Yo tampoco sé prever, nunca supe
si el hueco ofrecido era suficiente.
Subiría a ese remolino
subiría a ese cielo
y que los ojos facetados,
avizores me traigan
el oro de la lejanía.